Las agresiones físicas o verbales a los profesionales sanitarios no cesan, y el año pasado se contabilizaron sesenta y nueve en los distintos centros y hospitales de la provincia. Los sindicatos indican que la falta de personal hace que los usuarios se «impacienten» y, luego, «lleguen los problemas».Jaén es la segunda provincia andaluza, después de Granada, donde menos ataques sufren los sanitarios.
Aun así, el año pasado el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía contabilizó sesenta y nueve, de acuerdo con los datos de la Consejería del ramo recogidos por Europa Press. Es una muestra de que este problema persiste, algo que lamentan las organizaciones del sector. El secretario provincial del Sindicato de Enfermería (Satse-Jaén), José Jesús García, señala que la mayoría son verbales. «Todos los meses conocemos casos y, normalmente, se producen en las áreas de Urgencias, debido al déficit de plantilla que existe. El personal mermó considerablemente y la situación es muy preocupante», indica, y continúa: «Se genera nerviosismo porque hay tardanza en atender a los pacientes y ,principalmente, lo paga quien está más cerca del usuario, que son los enfermeros». En este sentido García explica que, por lo tanto, los profesionales agredidos se ven afectados. «Sobre todo es en lo psicológico, y en muchas ocasiones se producen desplazamientos temporales provocados por la agresión. Todos están preocupados y, ahora, es consecuencia de los recortes sanitarios, que llegan al trabajador y, también, al usuario, y eso que nosotros no hemos creado la situación que tiene el país», recalca.
Por su parte, el secretario general del Sindicato Médico de Jaén, Bernabé Castro, indica que existe un vacío asistencial en diversos puntos de la provincia, como en los de Urgencias de Atención Primaria. «Está a la orden del día y, puntualmente, algunos afiliados nos cuentan las situaciones tan lamentables que les ocurren”, apunta, a la vez que detalla: «Los profesionales tienen que asumir sus consultas y las de los compañeros que están ausentes. Eso hace que la gente, por ejemplo, no entre a la consulta del médico a la hora que le habían indicado, se caldea la sala de espera y, al final, la agresión, especialmente verbal, termina sucediendo”. Resalta que las administraciones públicas son conocedoras del problema y que el colectivo solicita más personal.
Después están las sentencias condenatorias por agresiones a profesionales de la salud. Una de las últimas, como señalaron desde Satse, dio la razón a un sanitario de Alcalá la Real.
SILVIA RUIZ DÍAZ /JAÉN